Intensa es la lluvia de remordimientos y justo el castigo.
Cuando los días pasan a ser un cúmulo de horas que quemar y malgastar, para olvidarlas posteriormente, y los valores se convierten en lejanos recuerdos difuminados, cuando los afectos y las responsabilidades quedan olvidados por completo para dar lugar a un tétrico, desinhibido y oscuro mundo de derroche y egoismo. Cuando los días desaparecen y las noches conforman el centro de una vida olvidada; y las compañías no son más que otras vidas impuras que venden su alma al diablo, o cualquier otro ser que se lleva toda virtud humana y trae, como recompensa, el exceso y la inconsciencia en su mayor estado.
Cuando te das cuenta de que formas parte de una de tus mayores y más temidas pesadillas, quizás tengas que reestructurar tu vida... o quizás ya no puedas.
Puede que ya no sea más que la sombra de mis sobras... las sobras de una vida no vivida.
"Es la imagen que alguien vió, no es la realidad..."
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