domingo, 23 de enero de 2011

Me acuesto para dormir, pero ¿para qué me levanto?

Y navegó de vuelta saltándose un año
entrando y saliendo por las semanas
atravesando el día
hasta llegar a la noche misma de su propia habitación
donde su cena le estaba esperando
y todavía estaba caliente.


Me persiguen durante el día mis pesadillas nocturnas y, en la noche, tengo miedo de volver a tener que afrontar un nuevo día.

Paredes, paredes, paredes, paredes.
Humo, humo, humo, humo.
Soledad, soledad, soledad, soledad.
Vacío, vacío, vacío, vacío.
NIGHTMARES.

Y en todo ese caos me encuentro...
paradoja esa de encontrar sólo la felicidad en mi propia infelicidad.

Y QUE MAS DAAAAAAAA, SI SON SOLO DESVARIOS DE UNA MENTE INSÓMNICAAA!!

2 comentarios:

  1. Suerte que tienes compañía esta noche y alguna más para compartir el insomnio aunque desvariemos las dos por igual.

    Estudiar trastorna.

    ResponderEliminar
  2. Y son demasiados ya los desvarios, sí.
    Tengo suerte (L)

    ResponderEliminar